Y soy de ésas,
de las que si dejan que
alguien se vuelva importante en su vida,
van a dar todo por esa persona
y a entregarle su corazón entero;
y a pesar de las veces
en que me decepcionaron,
soy de las que siguen
esperando con la fe
en que algún día aparezca alguien
con quién reír, en quién confiar.
Alguien que nunca
pero nunca me deje sola.
Pero se tornó difícil
encontrar alguien así
de adecuado en estos días.